Pero por una nueva ley de desamortización, en 1885 el Estado central vuelve a subastar una propiedad que ya no era suya. De la venta se excluye el conjunto del oratorio, hospedería y cerrado de murallas que los incluye, que se mantiene en manos de la Administración y que fue https://edwardg507hqc5.onzeblog.com/profile