¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto apego y tanta gloria como Tú consagras a tu eterno Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi homicidio. Esta gracia te la pido incluso para los pobres https://linkingbookmark.com/story17346539/consideraciones-a-saber-sobre-oraciones