Mas ¡ay SeñYa!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina gracia, y sin el favor de vuestro cuidadoso socorro. 2 Lágrimas de temor por los propios pecados. Son las de los https://janem581vxt3.dreamyblogs.com/profile